¡Campana…y se acabó! [des]CONFINAMIENTO (temporada 13 y última)

Por fin parece que el verano ya llegó. Quiero decir que ya se nos dejará a partir del domingo 21 de este mes, primer día de Verano, salir a la calle para hacer lo que queramos y no sólo para que el perro haga sus necesidades o para que nosotros nos sentemos en una terraza a consumir con tiempo tasado; también desaparecen las limitaciones y las franjas horarias que, la verdad, ya nadie respetaba, aunque la norma seguía estando allí cual espada de Damocles y en cualquier momento podía caer sobre el infractor porque, es bien sabido eso de ‘al disidente, aplíquese la normativa vigente‘.

Lo mejor del fin del denominado Estado de Alarma es que vamos a poder desplazarnos libremente por todo el territorio nacional. Esto es lo que varias veces he oído decir al Ministro de Sanidad, pero yo ando algo mosca porque en estos 90 días de prohibición y limitación absoluta de éste y otros derechos muchas han sido las veces que de la noche a la mañana [entiéndase esto en sentido estrictamente literal] ha mutado la norma como por arte de birlibirloque. Si a la normalidad se la denomina ahora Nueva Normalidad, que Dios nos coja confesados porque todo puede pasar.

Es esencial, nos han dicho -mira lo fácil que habría sido haberlo pregonado con contundencia desde un primer momento-, el uso de mascarillas en espacios públicos, mantener la distancia entre personas de al menos metro y medio, e higiene, mucha higiene, con lavado frecuente de manos con jabón o geles hidro alcohólicos y la limpieza de superficies y objetos sospechosos con soluciones acuosas con un 20% de lejía. Las mascarillas se ven cada día más aunque hay irreductibles que se niegan a usarlas pese a estar cara al público, como mi quiosquero a quien creo que a partir de ahora, por persistir en esta actitud insolidaria, dejaré de comprar el periódico dado que cuando amigablemente se lo advertí me salió con una respuesta de pata de banco. En fin.

Lo que me parece más complicado y me produce hasta risa viendo los preparativos, es el asunto del baño y su compatibilidad con esa distancia normativa entre personas de metro y medio o dos metros. En mi comunidad de vecinos el presidente ha parcelado el minúsculo jardín en nada menos que 10 zonitas que no sé siquiera si cumplen el reglamento gubernamental. Como le hagamos caso creo que este verano vamos a estar más amontonados en la piscina que nunca. En fin, menos mal que los administrados solemos demostrar más juicio que los Administradores y nos saltaremos las líneas de plástico en que el jardín ha pasado de ser pequeño a estar formado por diez celdas que no serían válidas ni para una institución carcelaria.

Pero pelillos a la mar, amigos. Desde esta última temporada -de número aciago, cierto es- con la que cierro esta serie del Confinamiento primero y más tarde [des]Confinamiento, os convoco a todos a ser optimistas y a cruzar los dedos, poniendo cada uno de nuestra parte el cumplimiento estricto de las elementales normas de protección dictadas, para que el COVID19 se haya hartado de hacernos la puñeta y abandone definitivamente el país para no volver ¡nunca más!, ¡aínda máis!, mai més!, inoiz gehiaco!, a pasar por esta situación. En nuestra mano está. O, al menos, eso es lo que nos dicen,

6 comentarios en “¡Campana…y se acabó! [des]CONFINAMIENTO (temporada 13 y última)”

  1. Me da un miedo el llamado libre albedrío, amigo. Si con tantas restricciones y multas, había gente que se las pasaba por el arco del triunfo, ahora que muchos creen que se han abierto las puertas a esa «nueva normalidad», no sé qué va a ocurrir. En los bares, restaurantes y hoteles seguro que se realizará un control férreo, por su propio interés, pero en las playas…
    No creo que la gente se conforme con ocupar una plaza asignada a priori y con una superficie también previamente acotada. Me temo que la masa se alzará contra el poder establecido y arrasará con todo lo que se le ponga por delante. Espero equivocarme, que todo esto sea una exageración salida de mi mente malpensada, y que todo se desarrolle de forma pacífica y ordenada para que no tengamos que volver a la casilla de salida, aunque ya son muchos los que auguran un otoño con nuevo confinamiento.
    Un abrazo.

    1. Yo también, Josep, tengo mis temores sobre qué pasará y cómo evolucionará la cosa. Las noticias de nuevos contagios y tal me angustian aunque reconozco que ahora se detectan más simplemente porque se hacen más test, algo que antes decían que sí se hacían pero la realidad era que eran poquitos.
      Pienso que a la gente no se le ha transmitido con claridad la idea de ¡¡Peligro!! que la enfermedad tiene. Los Medios sacaban chorradas sobre infracciones del Confinamiento pero ocultaban la realidad terrible que se vivía en Hospitales, Funera4ias y Cementerios. No «se ha visto» a la señora de la guadaña, se la ha escondido por eso de no traumatizar o deprimir a la población. Por eso, pienso yo, muchas personas no asocian una cosa con otra y cuando abren los bares, restaurantes, playas y tal vienen a entender que el Castigo se ha acabado y que ya se puede volver a la fiesta y juerga habitual pre-pandemia.
      Pero ya digo, habrá que cruzar los dedos y encomendarse a la Divina Providencia, al eterno Dios proveerá que tanto nos iguala con el pensamiento islámico del que a veces renegamos, pero que se ve en estas cosillas.
      Un fuerte abrazo y de nuevo Feliz Cumpleaños

  2. Yo también confío más en el sentido común de los administrados que en el de los administradores.
    Este verano yo voy a pasar de piscina, e incluso de playa. No tengo yo muy claro cómo se va a gestionar y en qué va a quedar el que un montón de gente se agrupe en ese tipo de espacios. Desde luego en esa futura nueva normalidad yo voy a cambiar muchos de mis hábitos, el ir a espectáculos, el acudir al centro de mi ciudad donde algunas calles más que paseantes parecen tener procesiones. En fin, que habrá que estar al loro y poner más atención.
    Lo que no sé es cómo me las voy a apañar para coger el metro y mantener la distancia de seguridad, de momento no necesito usarlo en las horas punta que es cuando más gente hay, pero no siempre puedo elegir yo los horarios de mis desplazamientos.
    Capearemos este temporal como buenamente podamos.
    Un besote.

    1. Jó, qué rabia. Me falló la wifi y te había escrito un largo comentario. Se me olvidó copiarlo previamente porsi. Bueno en síntesis te decía que pese al bichito de marras hay que vivir la Vida sin miedo pero con respeto a la enfermedad y su tremendo poder mortífero
      Un beso

Deja un comentario